En orden a popularidad, el convertible que sigue a los divanes cama es el mueble cama, que en posición de interinidad adopta el aspecto de un aparador o mueble auxiliar que la cama se plega sobre un eje lateral y ocupa una posición de perpendicularidad respecto al suelo, con lo que apenas precisará de espacio, puesto que el mueble se dispone adosado a una pared.
Un ingenioso dispositivo permite que la cama en cuestión quede disimulada, tras un tablero de madera. Por la noche, el somier se abatirá y quedará en disposición de uso, pero durante la mayor parte del día permanecerá oculto y muy difícilmente podrá conocerse su existencia.
Estos muebles resultan muy prácticos para resolver problemas de espacio, con un coste relativamente reducido. Existen en el mercado gran cantidad de modelos, entre los que puede elegirse aquel que se adapte mejor a las necesidades de cada caso.
Sin embargo, no es raro que muchas veces el decorador tenga que proceder a rectificar las medidas originales, a fin de adaptar el mueble de serie a un tamaño determinado, que venga impuesto por las dimensiones del sector en donde deba ser acoplado.
Otras veces, se le añadirán cuerpos adicionales, como puede verse en la ilustración inferior de la ya aludida, en donde vemos que la altura del supuesto mueble cama ha sido aumentada con una librería.
Sin necesidad de recurrir a costosas instalaciones, como ha ocurrido en este caso, cualquier elemento de serie puede personalizarse, con un poco de ingenio y un gasto relativamente pequeño.
Puesto que el principal fallo que ofrecen estos muebles es el de su presencia exterior, dado que una gran parte de los modelos existentes en el mercado, resultan poco atractivos.
Por ejemplo, un mueble cama de serie puede modificarse muy fácilmente con el simple recurso de chapar la cara exterior con placas de fórmica de dos colores, como rojo y blanco, o con láminas imitando maderas de aguas contrastadas, o procediendo a forrar el frente con paño o tela estampada a cuadros escoceses, etc., etc.
No hay que decir que aprovechando la estructura existente y procediendo a vestirla de nuevo, se le ofrecen al Decorador miles de soluciones distintas para conseguir una obra personal con muy escaso esfuerzo de imaginación.